domingo, 2 de agosto de 2015

LITURGIA DE LA IGLESIA: II - EL AÑO LITÚRGICO



EL AÑO LITÚRGICO(*)


   El AÑO LITÚRGICO o eclesiástico es la combinación del año lunar, solar y civil, hecha por la Iglesia en orden a santificar el tiempo, dedicándoselo a Dios mediante la celebración sucesiva de los principales Misterios de la Vida de Jesucristo, su divino fundador, y de las fiestas de los santos.
   Inspirada en esto, como en todo lo demás, por el Espíritu Santo, la Iglesia ha encontrado el medio de perpetuar y de renovar con el Año Litúrgico, en el mundo en general y en el mundo de las almas en particular, los grandes Misterios de la Religión, convirtiéndolos, ayer, hoy y mañana, y siempre, en pan de cada día y en elementos sustanciales de la vida sobrenatural.
   Tal como está organizado, por días, por semanas, por períodos, por estaciones, resulta el Año Litúrgico, no solamente una magnífica epopeya de la Obra de Cristo y de su Iglesia, a través de los tiempos y de los espacios, sino también un curso metodizado e ilustrado de doctrina, de ascética y de mística; una reproducción a lo vivo de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor; una comprobación real de la acción íntima y continua del Espíritu Santo en cada una de las almas y en la reunión de todas ellas, que es la Iglesia; una representación casi escénica de la Vida de la Sma. Virgen y de los Santos.
   Del año Litúrgico bien comprendido y bien vivido nace el arte divino de vivir y sentir con la Iglesia, acompañando a Jesucristo de la cuna al sepulcro, de las humillaciones de la Pasión a la gloria de la Resurrección y de la Ascensión; el arte divino de ajustar nuestra piedad y nuestra devoción a la piedad y devoción de la Iglesia, siguiendo su Calendario, todo su Calendario, y no el particular de cada uno, hecho de unas cuantas devociones o advocaciones favoritas, que se repiten cada año y muchas veces al año, y que dan por resultado un culto particularista y una piedad raquítica y utilitaria.

DIVISIÓN DEL AÑO LITÚRGICO

   El Año Litúrgico, del que Jesucristo es el Sol moral y los Santos sus Estrellas y luminares secundarios, se divide en dos grandes ciclos:
  • l.- EL CICLO TEMPORAL O "Cristológico", que es el principal y al que la Iglesia le da mayor importancia; y
  • II.- EL CICLO SANTORAL, que es su complemento.
   Como cada uno de estos dos grandes ciclos tiene sus divisiones propias, podemos formar el siguiente cuadro general del. Año Litúrgico:

I

CICLO TEMPORAL o CRISTOLÓGICO

   Este Ciclo gira en torno a los dos grandes Misterios de la Encarnación y de la Redención, los cuales la liturgia prepara, celebra y prolonga armoniosamente; siendo el Pesebre el centro del primero, y la Cruz, el del segundo. En consecuencia, se puede formar el siguiente cuadro de dicho Ciclo:
  • 1º Ciclo de Navidad
  •         I. Tiempo de Adviento 
              II. Tiempo de Navidad 
              III. Tiempo de Epifanía

  • 2º Ciclo de Pascua
                   I. Tiempo de Septuagésima. 
                   II, Tiempo de Cuaresma.
                   III. Tiempo de Pascual
                   IV. Tiempo de Pentecostés.
II
CICLO SANTORAL
  •  I. Culto de la Sma. Virgen 
  • II. Culto de los Ángeles
  • III. Culto de los Santos.
  • IV. Culto de los Difuntos.



  • * La obra clásica sobre el Año Litúrgico en general es L' Ánnée Liturgique, de Dom Guéranger en 17 volúmenes. - La mejor sobre el Misal anual es el Liber Sacramentorum del Card. Schuster, O.S.B., en 9 volúmeness. - Otra obra clásica es L' Ánnée ecclesiastique, de Kellner, Muy interesantes son: El Año Cristiano, del P. Croiset y el del P. Justo Pérez de Urbel y el Año Sacro, de Sardá y Salvany - Como sintéticas: La prière antique, de Dom Cabrol y Les Origines du culte chrét., de Duchesne.


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